
Sobre mi

La vida y sobretodo las personas, desde siempre me han producido mucha curiosidad, de adolescente no era especialmente parlanchina y sí muy observadora; me interesaba en lo que podían estar pensando la gente con la que me cruzaba en la calle, en el tren; y hacía cábalas sobre su vida en función de la expresión de sus caras. Así se iban encarrilando mis intereses.
Toda mi historia, personal y profesional, me han llevado a considerarme una persona que ha aprendido y sabe escuchar y a hacerlo de verdad.
A captar y aceptar lo que me quieren decir, no lo que yo pienso que quieren decirme.
Mi empeño está en acompañar a mi cliente en el proceso de conocerse, entenderse y, sobretodo, valorarse y respetarse.
UNIVERSIDAD Y DERIVADOS
Cuando estudié en la Facultad de Psicología de Barcelona predominaba el psicoanálisis, pero ya empezaban a conocerse otras maneras de enfocar las situaciones y las vivencias, tanto individuales, como familiares o grupales. Así fue como descubrí el mundo de la “sistémica”, una manera de ver la vida y las relaciones que ya nunca me ha abandonado.
La universidad no te prepara para trabajar, al menos no en campos como la medicina, psicología… así que al acabar hice prácticas y decidí especializarme en terapia sistémica familiar. Muchas fueron las horas que le dediqué y, más tarde, completé la formación, la PNL y Coaching sistémico transaccional, entre otras.
Para quien esté interesado, en la pestaña “coaching sistémico” encontrareis más información sobre los estudios que fundamentan el cómo trabajo.
MI EXPERIENCIA COMO PSICOLOGA
PRIMEROS PASOS
Empecé a trabajar como psicóloga colaborando con un Centro médico de atención a personas toxicómanas.
Los profesionales del centro, a menudo, me derivaban clientes cuando las familias presionaban porque no podían más. En estas situaciones es muy importante trabajar de manera conjunta, desde la visión profesional de cada uno o una, pero no se implicaban en un trabajo interdisciplinar, así que que nadie sabía lo que hacía el otro o la otra profesional.
Por lo tanto lo deje, no conseguía trabajar de manera integral.
SIGUIENDO EL CAMINO
Un amigo, recién separado, me sugirió que trabajara con asociaciones de personas separadas o divorciadas. El había estado buscando apoyo psicologico en ese momento tan doloroso que lo dejó tan en soledad, y no encontró nada.
Con una amiga de la Facultad presentamos un proyecto que interesó a una asociación de personas separada y divorciadas de Barcelona. Hemos colaborado largo tiempo con ella.
EN LA ACTUALIDAD
La última etapa ha sido este proyecto, toda la experiencia acumulada con las personas separadas y divorciadas revertirla en un colectivo que guarda muchas similitudes, las personas llamadas «singles».

A quien le pueda ser útil, os muestro una coletilla o, si se prefiere, un mantra que aprendí y que es bueno repetirnos cuando lo necesitemos.
Quizás te parecerá una tontería. Prueba a decirlo en momentos de tristeza o de bajón y verás lo difícil que resulta.
“yo creo en mi,
yo me valoro,
yo me respeto,
yo me se cuidar
y yo me cuido,
yo me quiero”